Una promesa que nace del corazón: Junior 4 y su lealtad a la Bandera
El pasado 19 de junio, con motivo del Día de la Bandera, nuestra institución fue escenario de una ceremonia profundamente solemne y conmovedora. En un clima cargado de emoción, los alumnos de Junior 4 realizaron la Promesa de Lealtad a la Bandera Argentina, uno de los actos más significativos en la vida cívica de nuestros estudiantes.
Acompañados por la presencia atenta y afectuosa de sus familias, los niños se prepararon con respeto y orgullo para pronunciar las palabras que los vinculan, desde el corazón, con los valores más nobles de nuestra Nación. Frente a nuestra enseña celeste y blanca, símbolo de la libertad conquistada y del legado de quienes forjaron nuestra historia, cada estudiante alzó su voz para decir "sí, prometo" con firmeza y emoción.
El silencio respetuoso que envolvía el acto fue testigo de la trascendencia de este momento. Los rostros de nuestros alumnos reflejaban la seriedad y la sensibilidad propias de quienes asumen por primera vez un compromiso con la Patria. Y en los ojos de sus familias se dibujaba la emoción de ver crecer a sus hijos, no solo en conocimientos, sino también en valores, identidad y sentido de pertenencia.
La ceremonia fue cuidadosamente preparada por el equipo docente, quienes guiaron con calidez cada paso, otorgando a este acto la profundidad simbólica que merece. Las palabras, las canciones y los gestos se entrelazaron para rendir homenaje a nuestra bandera y a su creador, el General Manuel Belgrano, ejemplo de entrega y amor incondicional a la causa de la libertad. La jornada contó además con la presencia de la Banda Militar, que con su imponente presencia y emotivas interpretaciones musicales, engalanó el acto y le otorgó un marco de solemnidad aún más significativo.
En esta ocasión tan especial, tuvimos el honor de recibir al señor Daniel Carreras, ex combatiente de Malvinas, cuya presencia conmovió profundamente a toda la comunidad educativa. Su valentía y entrega por la Patria fueron reconocidas con un cálido y sentido aplauso, que se convirtió en homenaje colectivo. Fue un momento de gran emoción, donde el respeto, la gratitud y la memoria se hicieron presentes con fuerza, recordándonos el valor de quienes defendieron con coraje nuestros colores.
Desde nuestra comunidad educativa, creemos firmemente en la importancia de cultivar estos momentos fundacionales. Porque no hay educación completa sin formación cívica, sin respeto por los símbolos patrios, sin vivencias que enriquezcan el alma y fortalezcan el espíritu colectivo.
Agradecemos profundamente a las familias por haber acompañado con tanto compromiso y emoción este acto inolvidable. Y los invitamos a seguir conversando en casa sobre lo vivido, para que la promesa hecha ese día no quede solo en palabras, sino que se transforme en una forma de vivir, sentir y construir un país más justo, solidario y unido.